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Ángel Sanz - 8 de Marzo de 2015 Comenta esta noticia
Acudimos al Patrono de la Fundación de Baloncesto Colegial, Ángel Sanz, para reflexionar sobre el Deporte y la Deportividad:
"Hoy vamos a hacer algo diferente. Hoy vamos a hacer esto al revés. Hoy vais a ver el vídeo al principio en lugar de al final del post. Echadle un vistazo a esto:
Aunque es bastante explicativo, para los que no estáis muy puestos en inglés, el vídeo dice que el amor no entiende de sexo, no entiende de edad, no entiende de raza, no entiende de discapacidad o no entiende de religión. En resumen, el amor no entiende de etiquetas.
Además de lo inspirador del vídeo me he quedado pensando con el concepto de "etiquetas" y cómo tenemos una tendencia enorme a etiquetarlo todo. En deporte, por ejemplo, tenemos el deporte base, el deporte de competición, el deporte profesional, el deporte de alto rendimiento, el deporte de élite, el deporte escolar, el deporte para discapacitados, el deporte olímpico, el deporte paralímpico, el depote amateur... y seguro que me dejo alguno por el camino.
Las "etiquetas" son necesarias porque cada tipo de deporte tiene una especificaciones que requieren una gestión diferente. Y tiene sentido tratar de manera diferente algo que es distinto. No es lo mismo un deportista profesional que un deportista escolar. El deportista paralímpico tiene unas necesidades y unas realidades diferentes a las del deportista olímpico, y así con todo. Hasta aquí lo entiendo.
Pero... ¿y al contrario? Desde luego que hay muchas cosas distintas pero me da la impresión de que, con tanta diferenciación, a veces se pierde la perspectiva de lo que tienen en común. Se habla continuamente de los valores del deporte, de cómo une, de cómo es importante practicarlo desde que somos pequeños, de cómo hay que integrarlo en nuestro día a día, de cómo tiene la capacidad de cambiar el mundo, de cómo es un idioma universal, de cómo es una herramienta de hermanamiento y de integración.... y todo esto es verdad. Creo que nadie puede poner en duda la bondad del deporte.
Sin embargo es en la gestión deportiva con toda su diversidad en la que la no estamos haciendo las cosas bien ya que en demasiadas ocasiones se pierde la perspectiva de para qué sirve el deporte. Y si tenemos que elegir sólo una razón por la que existe el deporte, aquella por la que tiene sentido que la iniciativa pública la apoye económicamente y con infraestructuras, aquella por la que cualquier persona sea deportista o no, entiende que aporta a nuestro entorno...esa razón sería: Educar. Y cuando hablo de educar, hablo de educar en valores, educar en hábitos saludables, educar en habilidades, educar en modales, educar el cuerpo y la mente, educar en comportamientos, educar en actitud, educar en compromiso, educar en liderazgo... educar en el amplio sentido de la palabra, porque la esencia del deporte se encuentra en la deportividad que ya hemos definido en la RAE como "actuar de forma correcta en cualquier actividad".
Lo que me parece de traca es que en la gestión deportiva no se actúe con deportividad. Que un Real Madrid no quiera ofrecer su estadio para que se celebre la final de la Copa del Rey muestra poca deportividad. Que un impresentable en su día celebrase un título con poca deportividad no te da permiso para no demostrarla tú. Que el Presidente de una Federación como la de Fútbol (que es una entidad publica) no quiera mostrar sus cuentas demuestra poca deportividad. Que no se quiera aceptar los avances tecnológicos para resolver conflictos de arbitrajes como goles fantasma o fueras de juego, demuestra poca deportividad.
Que haya dinero a espuertas en unas disciplinas deportivas y no haya nada en otras demuestra poca deportividad. Que el hecho de ser deportista profesional en muchos casos implique dejar a un lado los estudios demuestra poca deportividad. Que los padres entren en un "modo competición" con sus hijos cuando apuntan maneras en ligas locales, demuestra poca deportividad. Que los clubes compitan en captar a niños cada vez más jóvenes demuestra poca deportividad. Que la estructura profesional haga que los representantes gestionen a los deportistas como mercancía ya que sus clientes realmente son los clubes, demuestra poca deportividad. Que el deporte permita que deportistas de alto rendimiento terminen su carrera deportiva sin alternativas profesionales reales demuestra poca deportividad. Que se utilice el deporte como arma política demuestra poca deportividad.
La deportividad debería encontrarse en todos lo ámbitos del deporte, independientemente de su "etiqueta". Y esa debería ser la prueba del algodón que deberíamos hacer cada vez que tomáramos una decisión al respecto, ya sea a nivel de políticas deportivas, a nivel empresarial, a nivel deportivo, a nivel de gestión, a nivel de deportista o a nivel de padres. Estoy espantado de ver cómo, en muchos casos, la deportividad brilla por su ausencia en el deporte. Y la razón que se esgrime es la "etiqueta". Me fastidian especialmente frases como: "chaval, esto es deporte profesional. Aquí vale todo", o "...ya sé que no está bien, pero no tengo más remedio que decirle a mi hijo que tiene que dejar de estudiar para seguir compitiendo" o "... lo importante es ganar... a cualquier precio" o "... esto es un colegio, aquí se viene a estudiar. El deporte es secundario" o "... soy rector de universidad y el deporte no me importa" o "el deporte para discapacitados no es lo mismo..." o "...el deporte femenino tiene que buscar su propio camino...". Me llevan los demonios.
En el momento en el que tenemos que rascar para encontrar la deportividad en el propio deporte... es que estamos haciendo algo mal. Y en el momento en el que es evidente que se está actuando de manera antideportiva, poco solidaria, poco elegante, poco transparente, injusta, aprovechada, poco educada y lo aceptamos... entonces es cuando hemos cambiado el prisma con el que estamos mirando al deporte y le estamos haciendo mucho daño.
El vídeo con el que empezábamos me ha hecho pensar que, quizás hemos perdido la perspectiva de la esencia en el deporte. A veces no hay deportividad en el deporte. En el DEPORTE con mayúsculas, porque el DEPORTE, realmente no entiende de "etiquetas". Nunca es tarde para tomar medidas, pero no podemos perder la visión. Si el deporte no educa, en cualquier ámbito, es que no lo estamos haciendo lo suficientemente bien. Pero si el deporte educa mal... es que lo estamos haciendo fatal.
Ahí lo dejo... para pensar un poco en las decisiones que estamos tomando. Especialmente aquellos que tenemos algo que decir en el mundo del deporte y de la educación (que somos todos)".
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