Comunicación ABC - 8 de Febrero de 2011 Comenta esta noticia
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Daniel Pintor Torres, “El Cid” del baloncesto español. Muchos han oído hablar de él, provoca admiración entre todos, pocos han tenido la suerte de conocerle.
Tras la timidez inicial de la presentación, solo hicieron falta dos palabras “adelante profesor”…y el maestro empezó a impartir su lección, una lección que forma ya parte de la pequeña historia del baloncesto personal de cada uno de los afortunados alumnos, hoy, un día después, mucho más sabios.
Daniel empezó diciendo lo poco que sabía de esto y acabó, cinco horas después, demostrando que en su inicio nos había mentido.
Alguna de las cosas que dijo fueron:
- Cuando uno es más veterano comienza más a disfrutar que a sufrir.
- Hay que aprender disfrutando, pero en un entorno serio, adecuado para el que está aprendiendo.
- En la naturaleza del niño no está la necesidad de aprender, pero sí la de jugar.
- La formación del jugador debe ser tridimensional y debe incluir lo educativo, lo instructivo y el rendimiento.
- El niño necesita dinamismo y descansos sustentado en sus necesidades de descanso.
- Educar a un niño es atender a sus necesidades.
- Cuando has perdido muchas veces en la vida sabes que perder no es muy importante.
- Con el niño hay que hacer “práctica libre orientada”.
- El jugador tiene que estar continuamente resolviendo problemas.
- Los jugadores deben tener la mayor cantidad de estímulos posibles.
- Si lo que planteas al niño no le gusta, buscará otra cosa que hacer. Deben estar distraídos con lo que practican. Si la cosa se nos va de las manos, es que no estamos haciendo lo que a los niños les interesa.
- Cuanto más pequeños sean los niños, los grupos deben ser más numerosos.
- Así se generan muchas más influencias. En grupos grandes heterogéneos se pueden establecer niveles homogéneos dentro del grupo.
- Entrenando debemos plantear “situaciones problema”.
- En las etapas iniciales necesitamos pedir velocidad y rapidez, aunque se pierda precisión. Rapidez en las acciones y en la toma de decisiones.
- Para aprender necesitamos práctica y práctica de calidad.
- Solo se puede aprender si uno tiene motivación para aprender. Esa motivación es lo que nos impulsa a luchar por algo.
- Para practicar hay que hacerlo con objetivos satisfactorios.
Daniel se despidió dando las gracias. Eran ya las tres de la madrugada y sus ojos mostraban el cansancio producto de la hora, pero también escondían esa ilusión de un niño que está disfrutando con lo que hace, esa ilusión que transmite por contagio.
Gracias a ti, maestro, por recordarnos que el baloncesto es un juego, ahora ya que parecía que lo estábamos olvidando.